La promesa del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas de impulsar una profunda reforma a la enseñanza pública en el estado de Puebla se ha topado con el obstáculo de que los primeros 12 nombramientos de relevancia que ha hecho el nuevo titular de la SEP, Luis Maldonado Venegas, corresponden a ocho personas ajenas a Puebla y sin ninguna experiencia en el tema educativo, que llegaron a esas posiciones como cuotas al Partido Convergencia; y otros cuatro, son ex funcionarios priistas de esa dependencia que en el pasado se destacaron por sus excesos y mediocridad.
Y por si fuera poco, por primera vez en varios sexenios, miembros del SNTE quedaron relegados de los cargos más importantes de la SEP. Lo que ha empezado a generar un fuerte malestar al interior de las dos secciones del sindicato magisterial.
Tal situación plantea que Luis Maldonado arranca su gestión sin operadores que le permitan conocer las condiciones en que se encuentra la enseñanza pública en el estado, pero sobre todo, puedan manejar los diferentes niveles de educación pública. Esta condición lo lleva a un escenario de riesgo, ya que si en los próximos días el nuevo titular de la SEP no da muestran de mando y control, podrían estallarle las primeras manifestaciones de inconformidad.
De los 12 funcionarios que Maldonado nombró para hacerse cargo de las áreas de mayor importancia, designó a cuatro funcionarios para supuestamente marcar el derrotero que debe seguir la dependencia, pero en el pasado dejaron mucho que desear.
Se trata de Andrés García Coca, quien será subsecretario de Educación Básica, la cual es la cartera más importante luego de la de secretario, así como Morelos Castro Aguilar y Alicia Weltti Chanes, quienes estarán en el área administrativa, y llegan de nuevo a ser funcionarios de la SEP por ser parte del grupo político de García Coca. Los tres ya fueron funcionarios de la Secretaría de Educación Pública cuando el titular fue Juan Antonio Badillo Torre.
García Coca se coló al equipo del gobierno del estado por haber sido recomendado por el rector de la UDLA, Luis Ernesto Derbez. Aunque mucho dicen de él que es un hombre que conoce de educación, se sabe que en la época de Badillo era un funcionario que planeó muchos programas y cambios en el SEP, y ninguna de sus propuestas las supo aterrizar o concretar, mientras que de Weltti Chanes es recordada como una mujer dura, poco tolerante, que gustaba buscar la manera de no hacer cumplir la entrega de estímulos a profesores que se los ganaban por el número de años de servicio que habían cumplido. En cambio, fue un escándalo que cuando salió de la SEP se le concedió un ascenso al máximo nivel de plaza, que la de homologado tipo C, y se le jubiló sin tener los años de servicio necesarios.
Pocas cosas positivas se recuerdan de Alicia Weltti cuando fue funcionaria de la SEP hace tres sexenios. Y en cambio, muchos la ubican por haber sido la autora de una circular en la cual le advertía al personal de la secretaría, que se podrían hacer objeto de una sanción, si por escrito o de manera verbal no se dirigían a Juan Antonio Badillo con el apelativo de “doctor”.
Mientras que en el caso de Morelos Castro Aguilar se debe recordar que es un maestro de Educación Física que en la gestión de Carlos Alberto Julián y Nacer, al frente de la SEP, llegó a ser subsecretario de Educación Básica y en el sexenio pasado, al tener diferencias con el entonces titular de la secretaría, Darío Carmona García, se le otorgó una “beca comisión”, mediante la cual le pagaron estudios de posgrado sin que laborara en el sistema educativo, lo cual es un claro abuso.
Y por si fuera poco, la Dirección Jurídica de la SEP recaerá en Jacinto Herrera Rivera, quien ya fue director de Administración y Finanzas de esa secretaría en la época de Carlos Alberto Julián y Nacer, y en ese periodo se le investigó por una supuesta compra de materiales escolares por 25 millones de pesos sin que se hubiera licitado dicha adquisición que se hizo a favor de un solo proveedor.
Si la situación se plantea crítica con García Coca, Weltti Chanes y Morales Castro, el panorama es todavía más preocupante, con Maricarmen Salvatori Bronca, Jorge Benito Cruz Bermúdez y José Manuel del Ríos Virgen, quienes serán la subsecretaria de Educación Superior, subsecretario de Educación Media Superior y director del Colegio de Bachilleres, respectivamente, y quienes llegan a esas posiciones por haber sido dirigentes del Partido Convergencia, además de no tener ninguna relación con Puebla.
Otro es el caso de Mario Cañedo Solares que viene de ser director del Instituto Chiapas Solidario, y se hará cargo de la Dirección de Desarrollo Educativo.
El próximo titular del organismo encargado de la construcción de espacios educativos viene de ser el presidente del Partido Convergencia en Jalisco.
Con ese equipo se anticipan cuatro posibles escenarios para Luis Maldonado: 1. No podrá fácilmente promover su reforma educativa. 2. No tendrá el control de la SEP por la mediocridad y malos antecedentes de su equipo. 3. Hay condiciones para que resurja el movimiento magisterial disidente del SNTE. 4. Una rebelión silenciosa del sindicato magisterial en su contra.
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