miércoles, 2 de febrero de 2011

Gobernador Moreno Valle demostrará capacidad: Elba Esther Gordillo

Gobernador Moreno Valle demostrará capacidad: Elba Esther Gordillo

Puebla, Pue.- La líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, negó tajante que haya estado detrás del triunfo del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas.

En entrevista breve, dijo que Rafael Moreno Valle Rosas tiene suficiente capital político y lo demostró cuando ganó las elecciones del pasado 4 de Julio.

En este sentido, afirmó que el Ejecutivo de la coalición Compromiso por Puebla tiene la suficiente capacidad para gobernar al estado de Puebla, pues precisó que el mandatario está rodeado de personas capaces para ocupar el puesto de secretarios de estado.

“Rafael Moreno Valle Rosas no necesita sobras de nadie, él tiene la capacidad para gobernar Puebla, los poblanos tienen grandes expectativas de este nuevo gobierno”, concluyó.

Políticos de todos los signos y restricciones a ciudadanos y medios primaron ayer


El gobernador resaltó que en su gabinete habrá más presencia de mujeres que en ningún otro en la historia de Puebla, y expresó su preocupación por la pobreza y la miseria de los indígenas / Foto Rafael García
A. FARÍAS, M. HERNÁNDEZ Y J. PUGA

Es posible que muchas crónicas sobre la toma de posesión de Rafael Moreno Valle destaquen la presencia de tirios y troyanos en el acto: de priistas, coalicionistas y hasta petistas, porque el Centro Expositor y de Convenciones fue ayer un verdadero coctel de políticos de prácticamente todas las tallas y signos, en el que los representantes de los sectores sociales estuvieron en segunda fila.

En efecto, salvo el rector de la UNAM, José Narro Robles –quien fue ubicado al lado de la líder del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales–, la primera línea de asientos correspondió a políticos de viejo y nuevo cuño, autoridades estatales salientes y entrantes, colaboradores y ex colaboradores, funcionarios federales, diputados y senadores.

Los de arriba

Destacaban los líderes del PAN, el PRD, Convergencia y Nueva Alianza, Gustavo Madero, Jesús Ortega, Luis Walton Aburto y Jorge Kahwagi, amén de su homóloga del PRI –el partido derrotado el 4 de julio–, Beatriz Paredes Rangel, y hasta Manuel Camacho Solís, coordinador del Diálogo por la Reconstrucción Nacional, movimiento vinculado a Andrés Manuel López Obrador.

El Verde Ecologista de México y el del Trabajo estuvieron también representados, pero por sus dirigentes estatales.

Resaltó la presencia del jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard, y del gobernador oaxaqueño, Gabino Cué Monteagudo, entre los mandatarios de Chiapas, Juan Sabines; Chihuahua, César Duarte; Guanajuato, Juan Manuel Oliva; Jalisco, Emilio González; Morelos, Marco Antonio Adame; Nayarit, Ney González; Querétaro, José Calzada; Quintana Roo, Félix González; Tamaulipas, Egidio Torre; Tlaxcala, Mariano González, y Veracruz, Javier Duarte.

Estuvieron también presentes todos los ex gobernadores poblanos vivos, salvo uno: Manuel Bartlett, opositor declarado de las mezclas ideológicas, del pragmatismo partidista y poderes fácticos como el de las televisoras; es decir, de los factores que, entre otros, contribuyeron al encumbramiento del nuevo mandatario poblano.

El priista ya había anunciado desde la semana pasada, en el marco del último informe de Mario Marín, que no convalidaría con su presencia la victoria de un proyecto político que no sólo no comparte, sino que combate: “Siempre he estado en contra del PAN; representa la resistencia conservadora contra la Constitución; por lo tanto, representa la corriente histórica opositora al PRI y a los intereses del país. ¿Qué fue con Fox y qué con Calderón? No lo puedo aceptar porque ellos hundieron al país. Ahora (con Moreno Valle) es la misma línea”.

Los de abajo

Pero el cambio de gobierno permeó hondo en muchas de las conciencias de los más de 15 mil asistentes ayer al Centro Expositor para atestiguar cómo Rafael Moreno Valle se convirtió en gobernador del estado: hasta las bolsas de los lunches –una torta de jamón, jugo, agua y una naranja– que fueron repartidos a habitantes de las colonias del sur de la capital eran azules, igual que miles de corbatas y zapatos de tacón.

Hubo a quien no le interesó el acto, como a Juan Díaz, quien, molesto, trataba de pasar con su perro entre el gentío, interrumpida su rutina diaria de correr por las mañanas en la zona de Los Fuertes.

En cambio, para decenas de jóvenes panistas la preocupación por cumplir con la cuota de acarreados lo era todo. No escatimaron en recursos ni en promesas de mejorar calles, servicios públicos, proyectos de inversión para llevar cómodamente sentados a cientos de acarreados.

En el inmueble hubo cupo apretado para todos, aunque había de lugares a lugares: los que llegan al gobierno estuvieron en las primeras filas; los que se fueron apenas y alcanzaron asientos en las últimas hileras de la zona VIP.

El regreso de lo peor

Un número mucho menor de personas fueron invitadas a la comida que se celebró en el jardín de Casa Puebla. Uno de los asistentes narró que se respiraba un nuevo ambiente: “las edecanes eran de la UDLA, más güeras pero más discretas”. Aseguró que los pocos panistas que se dejaron ver estaban bien dispuestos a reconocer que fueron relegados en el gabinete con el dicho de “ya lo sabíamos, pero aquí estaremos”.

El desorden

Durante la ceremonia de toma de protesta, el equipo de seguridad contratado por la nueva administración arrinconó a los reporteros locales en una esquina de la puerta uno del Centro Expositor, lugar por donde entrarían los principales invitados al acto, como la presidente nacional del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, y los gobernadores de Oaxaca, Veracruz, Guanajuato y Jalisco.

En el sitio colocaron una alfombra roja al estilo Hollywood, y a los alrededores vallas para que los periodistas no pudieran acceder al recinto.

Desde atrás del cerco, los reporteros y fotógrafos tuvieron que gritarles a los dirigentes nacionales de las diferentes fuerzas políticas del país para poder entrevistarlos. Así que por varios minutos los informadores pudieron obtener datos de los diferentes personajes sólo sí éstos accedían a brindarles un minuto de su tiempo.

Aproximadamente, a las 11:40 de la mañana, el presidente nacional del PRD apareció en la alfombra roja y algunos reporteros lograron saltarse las vallas y esquivar a los cuerpos de seguridad para entrevistar de cerca al dirigente. Esto provocó que el resto de los informadores que se mantenían en el rincón se enfurecieran y transgredieran el cerco que les impedía el paso a la alfombra roja.

Al ver lo sucedido, algunos policías intentaron detenerlos, pero mientras sostuvieron del brazo a la periodista Patricia Estrada –conductora de la emisión vespertina del noticiario radiofónico Ultra Sistema de Noticias–, otros reporteros corrieron y lograron abordar a Jesús Ortega. Al término de la entrevista, los uniformados les pidieron a los trabajadores de los medios volverse a colocar detrás de las vallas, pero como éstos se negaron, tuvieron que solicitarle al secretario de Seguridad Pública Estatal, Ardelio Vargas Fosado, poner orden.

El funcionario, de manera pacífica, se acercó al grupo de reporteros, les pidió mantener el orden y colocarse afuera de las vallas. Después de insistirles más de tres veces, este grupo, conformado por unos 10 reporteros, se salió de la alfombra roja.


Admite Lujambio relación 'estéril' con Elba Esther Gordillo

MÉXICO, D.F.- El titular de la SEP, pide que "no se le critique por tener interlocución con actores clave del sistema educativo".

Agencias
MÉXICO, D.F.- El secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio defendió ante empresarios la relación que sostiene con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y con su presidenta, Elba Esther Gordillo Morales, a los que calificó como actores clave del sistema educativo, publica el poral excelsior.com.mx.

Al responder una pregunta de Juan de Dios Barba, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana en el Distrito Federal, sobre qué hacer para jubilar a la maestra y con el SNTE, Lujambio, explicó:

"A mí se me ha criticado por tener interlocución con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y yo respondo a esa crítica: no se me critique por tener interlocución con los actores clave del sistema educativo".

Demandó que, en todo caso, se le critique si el diálogo sostenido con esos y otros actores no da resultado.

"Critíqueseme en todo caso porque esa interlocución no sea productiva, porque sea socialmente inútil, no genere resultados, porque nada más platiquemos, tomemos cafecitos y no generemos ningún cambio".

Lujambio advirtió que la transformación del sistema educativo sólo será posible con la participación de las maestras y de los maestros, así como de su sindicato.

Si ellos no nos ayudan a cambiar el entorno de la escuela no vamos a poder hacerlo, advirtió el titular de la SEP al señalar que en México hay 220 mil escuelas de las cuales 196 mil son públicas y están dirigidas por maestros.

"Hay 220 mil escuelas, de las cuales 196 son públicas, en esas 196 mil escuelas quien dirige las escuelas son los maestros, si yo no convenzo, y eso lo dice la OCDE claramente, si ustedes no se ponen de acuerdo con las maestras y los maestros hacia dónde quieren llevar el sistema educativo, cualquier reforma que impulse va a ser frenada y no va a caminar".

Celebró que, gracias a su interlocución con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, fue posible cambiar la forma en que la SEP recluta a los maestros y crear Consejos Escolares de Participación Social.

"Tenemos mucho qué hacer, falta mucho por hacer sí, necesitamos una interlocución productiva y exigente con todos los actores del sistema educativo sí, por lo tanto, yo lo que pido, nada más, es que se me pida productividad en la interlocución, porque es necesaria en un sistema educativo como el nuestro e imprescindible para cambiar la naturaleza del mismo".

Entrevistado al término de su reunión con integrantes de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Lujambio insistió en que la transformación del sistema educativo de México requiere de una gran interlocución con las maestras y maestros del país.

"Y eso es precisamente lo que estamos construyendo, una interlocución exigente y un movimiento del sistema educativo hacia la calidad, esa es la pregunta clave y eso es lo que tenemos que contestar los mexicanos".

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